Después de un reconfortante desayuno, nos lanzamos a descubrir Friburgo de Brisgovia, una joya en el corazón de la Selva Negra. Junto a nuestro guía, pasearemos por su encantador casco antiguo, haciendo una parada en la Plaza del Ayuntamiento y la Munsterplatz, que late al ritmo de la ciudad. No podemos perdernos la Catedral de Friburgo, famosa por su imponente torre gótica y sus vibrantes vitrales (visitas exteriores), que nos transportarán a otra época.
A la hora del almuerzo, tendrás tiempo libre para saborear la cocina local y seguir explorando a tu propio ritmo, descubriendo rincones escondidos de esta encantadora ciudad.
Por la tarde, si lo prefieres, podrás unirte a una excursión opcional a los pintorescos pueblos de Colmar y Eguisheim, en la región de Alsacia. En Colmar, nos dejaremos cautivar por sus casas de colores y sus canales que le han valido el título de “pequeña Venecia”. En Eguisheim, uno de los pueblos más bellos de Francia, nos perderemos entre sus callejuelas laberínticas, rodeadas de viñedos que parecen sacados de un cuento medieval.
De regreso en Friburgo, tendrás la noche libre para disfrutar de una cena tranquila o seguir explorando la ciudad a tu ritmo.